Conozca a Mónica, una inspiradora participante en el proyecto de investigación en curso del Centro de Salud Henry J. Austin denominado Proyecto HOPE - Optimización de la hipertensión mediante la participación de los pacientes.
El Proyecto HOPE es un programa que proporciona a los pacientes tensiómetros que envían las lecturas de la tensión arterial directamente a sus historiales médicos. Esto permite que la presión arterial de los participantes esté estrechamente controlada por su equipo asistencial. El programa está dirigido por el equipo de Investigación, y los participantes en el programa trabajan con un farmacéutico clínico para encontrar formas de optimizar el control de su tensión arterial. Mónica lleva casi un año participando en el Proyecto HOPE, al que se unió en marzo de 2023.
"Deja pasar las cosas pequeñas. Si dejas que te afecte, te subirá la tensión".
Antes de unirse al proyecto, Mónica admite que negaba su hipertensión. Haciendo caso omiso de la medicación y desestimando el peligro de su enfermedad, continuó con una dieta deficiente, nombrando juguetonamente a su panadera favorita como 'Little Debbie'.
La realidad la golpeó cuando Mónica se enfrentó a las consecuencias de su salud, descubriendo que padecía insuficiencia renal en estadio 4. Aunque recibió un trasplante de riñón, Mónica no dio prioridad a su propia recuperación. Aunque recibió un trasplante de riñón, Mónica no dio prioridad a su propia recuperación. Volvió a trabajar y a cuidar de sus seres queridos.
No fue hasta que tuvo complicaciones, como hipertensión, dolores de cabeza e hinchazón, que la llevaron a estar hospitalizada un mes, cuando Mónica se dio cuenta de la importancia del autocuidado.
El Proyecto HOPE se convirtió en su guía, haciendo hincapié en la importancia de la medicación constante y los controles diarios de la tensión arterial.
El Proyecto HOPE desempeñó un papel importante en la capacitación de Mónica para tomar las riendas de su salud. Tras el fracaso de su trasplante, el equipo del HJAHC la ayudó a redefinir sus prioridades sanitarias. Mónica recibe llamadas de apoyo de Aleha Cruz, trabajadora sanitaria de la comunidad farmacéutica, tres veces al mes.
Ahora, de nuevo en la lista de donantes para un segundo trasplante de riñón, Mónica exclama: "Este año, me ocupo de MÍ". Su nueva perspectiva se extiende a todos los aspectos de su vida, desde la elección de alimentos hasta las situaciones sociales, destacando el impacto transformador de conocer su cuerpo mediante el control de la tensión arterial.
Mónica cuenta con el apoyo de su familia. Sus hijos y su prometido desempeñan un papel crucial a la hora de asegurarse de que sigue su rutina de medicación y tensión arterial.
Reflexionando sobre su viaje por la salud, Mónica comparte un profundo mensaje: "Nunca supe lo importante que era la vida hasta que me hicieron un trasplante de riñón. Si eres como yo, te niegas a aceptarlo, escucha a tu cuerpo. Ve al médico, consulta a tus seres queridos y asume tu responsabilidad. No culpes a los demás de tu salud".
Su consejo es simple pero poderoso: "Tienes que querer vivir, no sólo existir". Como amante del océano, Mónica está deseando celebrar su 60 cumpleaños en Costa Rica, abrazar la vida e inspirar a otros en sus propios viajes hacia la salud.